Desfilando Rock - I

Una moda omnipresente era la que describía Coco Chanel, tendencias y diseños que no tenían que ver con vestidos solamente; para ella la moda era algo que estaba en el cielo y por lo tanto también en la calle, la moda a través de otros aspectos como las ideas, el estilo de vida o la cotidianidad. La diseñadora acertaba, fue así como el rock se hizo uno con el contexto para proponer una nueva identidad visual y forma de expresión a través de prendas y accesorios. El mix de detalles complementaban la música y revolucionaban las pasarelas de alta costura de la década a través de una nueva curaduría y un nuevo concepto, esta vez sus modelos y directivos creativos serían los músicos, los Rockstar.


En este capítulo el turno es para Guns N’ Roses, la banda californiana que irrumpió en la industria con un gran golpe de rebeldía y estilo glamero. Quien quiera hablar de la música en los años ochenta obligatoriamente tiene que recrear a Slash, de pie, con su instrumento y sombrero icónico dando inicio a uno de los videos musicales más emblemáticos de la época: Sweet Child O’ Mine; video clip que se ganó todos los aplausos, las nominaciones y los primeros lugares en radio, televisión y prensa. En 1987 era inútil responsabilizar a la tecnología de tal éxito y este en particular era un video en el que las escenas no decían nada, no eran profundas, no tenían gran técnica o eran dirigidas por un gran director de cine, al contrario, Sweet Child O’ Mine era simplemente la radiografía de la juventud de la época: drogas, sexo y mucho rock and roll, y por supuesto estilo. El mismo estilo que Axl Rose encarnaba en cada aparición publica que hacia, con combinaciones de prendas, texturas y accesorios, así lo hizo casualmente en aquel video grabado en el salón de baile de Huntington, durante un ensayo de rutina, en el que el cuero era el protagonista. Todos recordamos aquel video a blanco y negro, confirmándonos que de los años setenta ya no quedaba nada, ni una gota de color. El negro nunca antes había sido tan buena idea y el cuero luego de ello nunca fue suficiente.

¿Qué era mejor que seguir tendencias? Axl Rose y su banda lo sabían: imponerlas. A tal punto que sus códigos de vestuario desembocaron en el cine, exactamente en Terminator 2: El Juicio Final y en el vestuario de sus protagonistas años más tarde. No se sabe a ciencia cierta quién los vestía, pero sí de qué se vestían: de lo más costoso, lo más diseñado o irónicamente lo más simple y lo más ordinario, ya que era imposible pensar que Rose, cara de los conciertos más caóticos de la época, podía siquiera seguir un patrón de comportamiento y mucho menos un código de vestuario.

Así, el estilo de Rose fue mutando a medida que la década terminaba, mientras él crecía o le parecía mejor idea dar un concierto en falda o en ropa interior, pero eso vino después. Mientras sus facetas jugaban en 1987 Converse le diseñó unas zapatillas exclusivas a Rose y a Slash con sus nombres, nada más joven, rockero y estético que eso. La gran marca de tenis encontró la forma de unirse al cuero y alternar el estilo con botas y estampados en una mezcla que solo los jóvenes americanos podrían haber propuesto. Las chaquetas de cuero estaban de vuelta una vez más luego de que bandas como The Ramones desaparecieran de la mirada publica en la década de los setenta. Hoy sabemos sin dudar cuál es y ha sido la prenda rockera por excelencia desde su primer aparición en los años cincuenta hasta los ochenta o hasta el nuevo siglo. 

Los años ochenta fueron el espacio en que nunca existieron limites en cuanto a nada, la moda por supuesto no iba a ser la excepción. 

N.


*Entrada escrita para blog universitario de moda que planteaba la estética rock como temática principal; otros de los temas abordados fueron el Denim y el Country. 

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